domingo, 23 de diciembre de 2012

Indecisión;

El frío acariciaba tu piel, tu mirada se perdía entre las gotas de lluvia que golpeaban contra lo primero que se cruzaba en su camino hacia el suelo, tus pies empezaban a doler aun estando enfundados en botas de invierno, de esas con pelo por dentro, calentitas; notabas cómo te ardía la nariz y sabías que posiblemente parecías Rudolf. No le dabas importancia, tus pensamientos se desviaban a cosas bastante más importantes. Estos días, días en los que deberías haber desconectado de todo menos de los estudios, te han ocurrido cosas, y la mayoría te han dejado más perdida de lo que ya estabas. Otras, en cambio, te han demostrado que algunas de tus sospechas eran ciertas. Pero no has tocado un maldito libro, da gracias a tu inteligencia ya que posiblemente saques por lo menos un mierdoso 5 en el examen de hoy. Una sonrisa de idiota aparece en tus labios al pensar esto, «Manda huevos» piensas, «no has abierto un libro y aún así te sale bien el examen y sales contenta del insti». Pero no tardas en volver a los recuerdos tristes, las malas sospechas, las situaciones incómodas, las cosas que duelen. Tu sonrisa se borra y los ojos te brillan. ¿Será por el viento que choca en tus ojos o el lío de sentimientos que hay en tu interior?
-Ahí está.
+¿Qué?
-Que ahí está el bus.
+Ah..
Mi hermana me alejó de mis pensamientos. Subimos al bus y nos dirigimos a Santander a particular..

(Esta entrada es del puente ese que hubo hace un par de semanas. >.< )
Y siento no responder a vuestros mensajes del tuenti y creo que también hay algún comentario sin responder, cuando tenga un ordenador lo haré. Últimamente tengo todo el tema blog bastante abandonadillo..

domingo, 2 de diciembre de 2012

Doble vida.

Cada día te levantas sin ganas, sin ilusión, sin ánimo.. Dices 'Otro día de mierda más', suspiras, te vistes y vas a desayunar. Intentas estar de buen humor con tu madre y tu hermana para no fastidiarles el día desde la primera hora de la mañana. Cuando llegas al instituto no te cuesta sonreír, estás bromeando con tus amigas y los problemas desaparecen un rato de tu mente. En clase no te centras, tu cabeza prefiere fastidiarte un rato, te dices 'presta atención' y por mucho que lo intentas no puedes. Después, cuando hablas con la gente, tu cara se ilumina, aparentas felicidad, pasotismo, que todo te resbala, pero en el interior, tu corazón te duele, parece advertir que no aguanta más así, que algo tiene que cambiar. Entonces quieres sacarlo de ti, dejar de sentir esa agonía que te está destrozando. Así continúan tus días mientras te preguntas cuánto tiempo aguantarás, cuándo explotarás, hasta qué punto podrás controlar tus sentimientos..
Un día sientes que todo te agobia y prefieres estar distante, seria, con un escudo. Los demás piensan que estás enfadada. Y entonces una de tus amigas te dice: '¡Alegra esa cara! Con lo que eres tú, todo el día riendo, venga, ¡sonríe!'. Es ese el momento en el que te das cuenta de que estás siempre ocultando tus sentimientos, pero no sabes si es por ti o por las personas que te rodean, por las personas a las que les gusta que sonrías por muy fea que sea tu sonrisa. Te das cuenta de que llevas una especie de doble vida: para el mundo, alegre; en tu interior, llena de desesperación, claustrofobia, agonía, vacío. Te preguntas si eso está bien, si quieres seguir engañando al mundo o prefieres decantarte por mostrar tu debilidad, si quieres que la gente te vea como eres realmente o como una persona a la que todo le da igual. No encuentras respuesta. Ni siquiera sabes quién y qué eres, y creo que eso es algo que debes solucionar antes que cualquier otra cosa. Pero, ¿cómo? Eso es algo que vas a tener que ir descubriendo poco a poco.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Thank you for the broken heart.

No entiendo nada. Daría lo que fuese por meterme en su cabeza, joder. Pasa de mí y luego dice "no puedo más" y "te amo, aunque no te lo creas" y "lo siento, he hecho las cosas mal, me lo merezco". Parece que busca mi consuelo y no se lo voy a dar. Vale que le sigo dirigiendo la palabra después de todo el daño y después de demostrarme que no le importo nada, y vale que hago alguna broma hablando con él, pero no pienso decirle que no se lo merece, que no la ha cagado, que le perdono, porque estaría mintiendo. Me importa, demasiado, y no puedo evitar preocuparme por su "no puedo más" y por haberme dicho que está mal, pero ¿¡qué cojones hago!? No quiero volver a caer en su trampa, no quiero volver a quitar mi escudo al hablar con él para que después me vuelva a fallar. Y vale que yo también la cago, que a veces hablo de más, que me anticipo, que aunque no pida con palabras, pido con mis actitudes, y no es poco lo que pido; que me he distanciado.. Pero lo asumo, asumo mis RESPONSABILIDADES, porque a mí me han enseñado que las culpas NO existen, que son una invención humana para hacer daño a los demás y así conseguir algo; y como las asumo, actúo para remediar y COMPENSAR.
Él es quien se ha rendido, el que no ha leído entre líneas, el que ha desaparecido y ha vuelto como si nada hubiese pasado, y así demuestra que no sabe ni lo que siente, y si uno no está seguro de sus sentimientos, que deje a la otra persona, porque para estar (o intentar estar) con una persona tienes que estar por lo menos un 90% seguro de lo que sientes.
Y yo sigo ahí con los brazos abiertos esperando que luche aunque sea un poquito por mí, que busque un poco de tiempo a una hora decente para mí.. Puede que sea egoísta, no lo sé, y, sin decirlo para excusarme, si lo soy es porque si el que se quejase por la falta de atención fuese él, yo habría buscado mil formas de poder compaginar todo para hablar con él cuando él pudiese. Son mentalidades diferentes.
A veces quiero decirle "Déjame en paz, olvídame, déjame olvidarte, bórrame, TE ODIO", pero después lo pienso bien y digo "¿Y después cómo coño podré saber de ti?¿Cómo coño volveré a ver tu sonrisa?" y que si te dijese que te odio sería porque realmente te amo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sal a comerte el mundo.

Un día te despiertas de buen humor, con ganas de salir a comerte el mundo, con ganas de fiesta, de bailar y de escuchar música que te envuelva completamente, con ganas de reír, de luchar, de regalar alegría a todo aquél que te mire o que te rodee. Con ganas de libertad.
Te preguntas por qué estás tan alegre si has tenido cantidad de problemas los días anteriores; si ya no tienes a esa persona especial que tanto quieres, si tu madre está enfadada contigo. Decides no darle vueltas al tema después de llegar a la conclusión de que no hay un porqué, simplemente tu cuerpo, tu alma ha decidido que sea así, que por un día sonrías y no estés enfadada o llorando.
Lo malo es que siempre llega una persona o un acontecimiento que te fastidia la sonrisa y hace que de tus ojos se vuelvan a derramar lágrimas. A veces me da por pensar que yo no tengo derecho a ser feliz, que como le pasó a mi madre, me pasará a mí ya que a la hora de pensar y hacer las cosas me parezco mucho a ella. No quiero decir que por ello vaya a cometer los mismos errores que cometió ella, sino que las personas tendrán una forma parecida a la generación de mi madre de encajar mi forma de ser, de pensar y de actuar. Cuesta mucho encontrar personas que se molesten en escucharte, en entenderte y en apoyarte. Pero bueno, las hay, sólo hay que aprender a buscar con paciencia.
Nunca dejes que te derrumben, derrúmbate cuando necesites descansar.

martes, 9 de octubre de 2012

De un blog a otro.

Decidí hacer este blog para escribir cualquier cosa, más que nada. Algún día será en plan "diario", otros serán anécdotas, recuerdos, sentimientos... ¡MÚSICA! Lo que salga. :3

El anterior; http://tumasquemitodo.blogspot.com/