lunes, 11 de febrero de 2013

Y mientras, yo estaré esperando que aparezca;

-Jope, siempre me gustan los que menos me tienen que gustar..
+Y, ¿por qué? ¿por qué te pasa eso?
-No sé..
+Tienes miedo de tener una relación buena y normal, que no te haga daño, y por eso buscas, inconscientemente, amores imposibles.
-Oye, pues puede ser..
+Suele pasar. Y hasta que no afrontes ese miedo, no encontrarás un chico que no te haga sufrir. Sólo tienes que afrontarlo.
-¿Y eso como se afronta?
+Olvidando los amores imposibles y dejando que, inesperadamente, aparezca un chico que simplemente te haga feliz cada día, que no juegue contigo y que te suba la autoestima con cada palabra que te diga, sin bajártela después.
-Pero ¿esos chicos siguen existiendo? Porque de mi edad hay pocos chicos que sean capaces de hacer eso, y yo, de aquí, no conozco a ninguno.
+Ya aparecerá, pero tienes que salir de esos círculos en los que te mueves. Te están etiquetando como mala influencia y no eres así, eres una buena chica. Enserio, puedes llevarte bien con esa gente, pero necesitas gente normal, gente que estudie y te motive a volver a ser la chica estudiosa de hace años, gente a la que no sólo le interese salir de fiesta los fines de semana, sino ir también al cine o hacer alguna excursión por la provincia.
-Mami, eso lo hacías tú en tu época, pero en la mía parece que eso ya no interesa. ¿Sabes? Envidio la época que viviste, por muy oscura que fuese y por mucho que tuvieseis que luchar tras la muerte de Franco. Por lo menos luchasteis, no como ahora, que en días de huelga se quedan en casa esperando que aquellos a los que llaman 'Frikis' o diferentes mierdas sin sentido, hagan su trabajo, den la voz por ellos. Enserio, no me gusta el mundo que me rodea, no me gusta eso de que la gente se de por vencida sin apenas luchar. Y lo peor de todo es que llevo ya año y pico rindiéndome. No sé qué me pasa, no puedo estudiar, tengo la cabeza llena de cosas y a la vez vacía, lo único que quiero cada día después del instituto es dormir, meterme en la cama y dejar que pase el tiempo..
+Lucía, tienes que centrarte en tus estudios, no puedes estar así..
-Es que no puedo, lo intento, enserio, me intento mentalizar, pero cuando tengo un libro o un cuaderno delante soy incapaz de centrarme en ello. Necesito algo o alguien que me motive, alguien que no sea de la familia. ¿Puedo apuntarme a algún curso de socorrismo o ese en el que te enseñan a cuidar niños que después te pueden llamar para ser monitor de campamento?
+No sé, eso te quitaría tiempo de estudiar..
-Me quitaría tiempo de siesta, estudiaré el mismo tiempo que ahora, o más. Por favor..
+Me lo pensaré..

jueves, 17 de enero de 2013

Felicidades, mami.

-Antes que nada.. ¡Felicidades mami!- Dije arrodillándome al lado de su cama
+Muchas gracias, Lucía + Dijo dándome un abrazo de esos que tanto me gustan.
-Mami, no sé qué hacer.. Si me quedo en casa pierdo clase, si voy a clase me voy a querer venir porque me encuentro fatal..
+Te tengo que llevar al médico.
-¿Entonces qué hago?- Dije saliendo de su habitación
+Tú sabrás. Como quieras.

Me pasé la mañana en la cama, ella se había ido a hacer cosas por ahí y no vino antes de irse a clase. (Como profesora).
Eran las 2 y media más o menos, cuando llegaron ella y mi hermana. Abrieron la puerta de mi habitación haciendo un ruido horrible y casi me dio por tirarlas algo a la cabeza. Me contaron un par de cosas cada una y decidí levantarme a ayudar con la comida a mi madre ya que nadie más lo hace..
-¿Qué tal con los profesores?
+Muy bien, les llevé pasteles y me felicitaron todos. +Dijo con una sonrisa enorme en la cara.
-Guay, ¿y los alumnos?
+Me hicieron una fiesta sorpresa jajaja, al abrir la puerta de clase un poco me quedé mirando y les vi con caras de...+ Puso cara de impaciencia, ganas de soltar ya el '¡SORPRESA!¡Feliz cumpleaños!' + Adivina quién estaba en primera fila.
-Jajaja, que majos.. Me imagino :P
+Estoy más contenta, Lucía..
-El mejor cumpleaños en mucho tiempo, ¿no? - Me alegraba muchísimo por ella, hacía tiempo que no estaba tan contenta como estos tres últimos meses. Al fin recibe recompensas por sus esfuerzos. Es de las mejores personas que han podido pisar esta tierra y pocas veces la han hecho sentir así, da gusto ver cómo sus alumnos lo han conseguido inconscientemente, porque a mis hermanos y a mí nos estaba costando.
+Pues sí.. ¿Sabes lo que más ilusión me ha hecho? + Parecía avergonzarse, y a la vez, una niña que necesitaba un abrazo.
-¿El qué?
+Soplar las velas.. Hacía tanto tiempo que no lo hacía..
-¡Jope mami! ¿Desde cuando?
+Desde que me separé de vuestro padre, más o menos.. Pero no pasa nada. +Sonrió.
-Jope..
Me sentí mal, me daba rabia que hubiese pasado tanto tiempo desde la última vez que ella había soplado unas velas de cumpleaños y que nosotras, mi hermana y yo, no nos hubiésemos dado cuenta de que eso es especial para todas las edades.
Y es que es algo que tendríamos que tener todos en cuenta, hay cosas que parecen chorradas de niños, y hay veces en las que algunas cosas se convierten en rutina, pero en cuanto dejas de hacerlas se nota, y cuando vuelves a hacerlo lo recuerdas con nostalgia, recuperas la ilusión por ello. No sé, no todo lo que parece para críos lo es, y tampoco todo lo que parece para mayores acaba siendo así.

Felicidades a la mejor madre del mundo, esa mujer que se vuelca en las cosas que le gustan y le importan y acaba sacando todo adelante como puede. Me conoce como si me hubiese parido.. (Aunque.. Lo ha hecho, ella me parió JAJAJA). En fin, que nos sobran las palabras entre nosotras, sólo con mirarnos ya sabemos lo que nos vamos a decir, sólo con gestos ya sabemos lo que nos pasa, y para mí eso es muy importante, porque demuestra que estamos súper unidas.
Sólo me queda decir que.. Mami, eres la hostia. Te quiero más que a nadie.

domingo, 6 de enero de 2013

Un añito sin ti.

De ti aprendí que el amor para toda la vida es posible, que puedes enamorar a la misma persona todos los días, que con pequeños detalles (materiales o no) puedes sacar sonrisas a muchas personas, que si te empeñas puedes conseguir lo que quieras, que con trabajo duro se puede levantar un imperio, que con paciencia puedes educar todos los hijos que quieras, que hay momentos en los que tienes que callarte las cosas hasta calmarte y decirlas tranquilamente, que si encuentras algo que te gusta tienes que cuidarlo día a día para no perderlo, que por muy elegante y educado que seas puedes hacer las mismas gamberradas que cualquiera (o más), que hay que luchar lo nunca pensado contra la muerte, pero siempre llega.
Puede que tuvieses tus defectos. Que fueses un tanto machista, que esperases que tu mujer lo hiciese casi todo por ti, que a veces eras demasiado prepotente (como todos tus hijos), pero tenías un gran corazón. Todo lo resolvías con cariño y no te importaba dar a quien no te podría devolver en mucho tiempo.
Sé que no pasé mucho tiempo contigo, que la distancia nos ha hecho perder muchos momentos abuelo-nieta, que no nos ha dado tiempo a contarnos mil y un historias. Y te aseguro que me habría encantado.
Hoy hace un año que te fuiste. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas al ver tus fotos, se me encoge el corazón al hablar de ti. Te echo de menos. Echo de menos saber que después de unos meses de espera, volvería a Tenerife y poco después podría ir a tu casa, sentarme a tu lado, abrazarte, cogerte de la mano, escuchar tu preocupante respiración, ver tu delicada figura intentando convatir contra todo lo malo, feliz al ver a sus nietos jugar, a sus hijos bromeando como cuando eran chavales, enanos como somos ahora nosotros.
Te fuiste el 6 de enero de 2012 y a 6 de enero de 2013 te recuerdo, recuerdo esas navidades oscuras, cuando habías tirado la toalla y no querías vivir.. Pero recuerdo todos tus chistes bien contados, tus sonrisas al vernos a mi hermana y a mí después de una larga espera, tus besos, tus abrazos, tus pocas pero preciosas muestras de cariño.
Me encantaría que pudieses volver a la tierra, volver a oír tu voz.. Y aunque no sea posible, en mi mente siempre ocurrirá.
Te quiero, abuelo, y siempre te querré.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Indecisión;

El frío acariciaba tu piel, tu mirada se perdía entre las gotas de lluvia que golpeaban contra lo primero que se cruzaba en su camino hacia el suelo, tus pies empezaban a doler aun estando enfundados en botas de invierno, de esas con pelo por dentro, calentitas; notabas cómo te ardía la nariz y sabías que posiblemente parecías Rudolf. No le dabas importancia, tus pensamientos se desviaban a cosas bastante más importantes. Estos días, días en los que deberías haber desconectado de todo menos de los estudios, te han ocurrido cosas, y la mayoría te han dejado más perdida de lo que ya estabas. Otras, en cambio, te han demostrado que algunas de tus sospechas eran ciertas. Pero no has tocado un maldito libro, da gracias a tu inteligencia ya que posiblemente saques por lo menos un mierdoso 5 en el examen de hoy. Una sonrisa de idiota aparece en tus labios al pensar esto, «Manda huevos» piensas, «no has abierto un libro y aún así te sale bien el examen y sales contenta del insti». Pero no tardas en volver a los recuerdos tristes, las malas sospechas, las situaciones incómodas, las cosas que duelen. Tu sonrisa se borra y los ojos te brillan. ¿Será por el viento que choca en tus ojos o el lío de sentimientos que hay en tu interior?
-Ahí está.
+¿Qué?
-Que ahí está el bus.
+Ah..
Mi hermana me alejó de mis pensamientos. Subimos al bus y nos dirigimos a Santander a particular..

(Esta entrada es del puente ese que hubo hace un par de semanas. >.< )
Y siento no responder a vuestros mensajes del tuenti y creo que también hay algún comentario sin responder, cuando tenga un ordenador lo haré. Últimamente tengo todo el tema blog bastante abandonadillo..

domingo, 2 de diciembre de 2012

Doble vida.

Cada día te levantas sin ganas, sin ilusión, sin ánimo.. Dices 'Otro día de mierda más', suspiras, te vistes y vas a desayunar. Intentas estar de buen humor con tu madre y tu hermana para no fastidiarles el día desde la primera hora de la mañana. Cuando llegas al instituto no te cuesta sonreír, estás bromeando con tus amigas y los problemas desaparecen un rato de tu mente. En clase no te centras, tu cabeza prefiere fastidiarte un rato, te dices 'presta atención' y por mucho que lo intentas no puedes. Después, cuando hablas con la gente, tu cara se ilumina, aparentas felicidad, pasotismo, que todo te resbala, pero en el interior, tu corazón te duele, parece advertir que no aguanta más así, que algo tiene que cambiar. Entonces quieres sacarlo de ti, dejar de sentir esa agonía que te está destrozando. Así continúan tus días mientras te preguntas cuánto tiempo aguantarás, cuándo explotarás, hasta qué punto podrás controlar tus sentimientos..
Un día sientes que todo te agobia y prefieres estar distante, seria, con un escudo. Los demás piensan que estás enfadada. Y entonces una de tus amigas te dice: '¡Alegra esa cara! Con lo que eres tú, todo el día riendo, venga, ¡sonríe!'. Es ese el momento en el que te das cuenta de que estás siempre ocultando tus sentimientos, pero no sabes si es por ti o por las personas que te rodean, por las personas a las que les gusta que sonrías por muy fea que sea tu sonrisa. Te das cuenta de que llevas una especie de doble vida: para el mundo, alegre; en tu interior, llena de desesperación, claustrofobia, agonía, vacío. Te preguntas si eso está bien, si quieres seguir engañando al mundo o prefieres decantarte por mostrar tu debilidad, si quieres que la gente te vea como eres realmente o como una persona a la que todo le da igual. No encuentras respuesta. Ni siquiera sabes quién y qué eres, y creo que eso es algo que debes solucionar antes que cualquier otra cosa. Pero, ¿cómo? Eso es algo que vas a tener que ir descubriendo poco a poco.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Thank you for the broken heart.

No entiendo nada. Daría lo que fuese por meterme en su cabeza, joder. Pasa de mí y luego dice "no puedo más" y "te amo, aunque no te lo creas" y "lo siento, he hecho las cosas mal, me lo merezco". Parece que busca mi consuelo y no se lo voy a dar. Vale que le sigo dirigiendo la palabra después de todo el daño y después de demostrarme que no le importo nada, y vale que hago alguna broma hablando con él, pero no pienso decirle que no se lo merece, que no la ha cagado, que le perdono, porque estaría mintiendo. Me importa, demasiado, y no puedo evitar preocuparme por su "no puedo más" y por haberme dicho que está mal, pero ¿¡qué cojones hago!? No quiero volver a caer en su trampa, no quiero volver a quitar mi escudo al hablar con él para que después me vuelva a fallar. Y vale que yo también la cago, que a veces hablo de más, que me anticipo, que aunque no pida con palabras, pido con mis actitudes, y no es poco lo que pido; que me he distanciado.. Pero lo asumo, asumo mis RESPONSABILIDADES, porque a mí me han enseñado que las culpas NO existen, que son una invención humana para hacer daño a los demás y así conseguir algo; y como las asumo, actúo para remediar y COMPENSAR.
Él es quien se ha rendido, el que no ha leído entre líneas, el que ha desaparecido y ha vuelto como si nada hubiese pasado, y así demuestra que no sabe ni lo que siente, y si uno no está seguro de sus sentimientos, que deje a la otra persona, porque para estar (o intentar estar) con una persona tienes que estar por lo menos un 90% seguro de lo que sientes.
Y yo sigo ahí con los brazos abiertos esperando que luche aunque sea un poquito por mí, que busque un poco de tiempo a una hora decente para mí.. Puede que sea egoísta, no lo sé, y, sin decirlo para excusarme, si lo soy es porque si el que se quejase por la falta de atención fuese él, yo habría buscado mil formas de poder compaginar todo para hablar con él cuando él pudiese. Son mentalidades diferentes.
A veces quiero decirle "Déjame en paz, olvídame, déjame olvidarte, bórrame, TE ODIO", pero después lo pienso bien y digo "¿Y después cómo coño podré saber de ti?¿Cómo coño volveré a ver tu sonrisa?" y que si te dijese que te odio sería porque realmente te amo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sal a comerte el mundo.

Un día te despiertas de buen humor, con ganas de salir a comerte el mundo, con ganas de fiesta, de bailar y de escuchar música que te envuelva completamente, con ganas de reír, de luchar, de regalar alegría a todo aquél que te mire o que te rodee. Con ganas de libertad.
Te preguntas por qué estás tan alegre si has tenido cantidad de problemas los días anteriores; si ya no tienes a esa persona especial que tanto quieres, si tu madre está enfadada contigo. Decides no darle vueltas al tema después de llegar a la conclusión de que no hay un porqué, simplemente tu cuerpo, tu alma ha decidido que sea así, que por un día sonrías y no estés enfadada o llorando.
Lo malo es que siempre llega una persona o un acontecimiento que te fastidia la sonrisa y hace que de tus ojos se vuelvan a derramar lágrimas. A veces me da por pensar que yo no tengo derecho a ser feliz, que como le pasó a mi madre, me pasará a mí ya que a la hora de pensar y hacer las cosas me parezco mucho a ella. No quiero decir que por ello vaya a cometer los mismos errores que cometió ella, sino que las personas tendrán una forma parecida a la generación de mi madre de encajar mi forma de ser, de pensar y de actuar. Cuesta mucho encontrar personas que se molesten en escucharte, en entenderte y en apoyarte. Pero bueno, las hay, sólo hay que aprender a buscar con paciencia.
Nunca dejes que te derrumben, derrúmbate cuando necesites descansar.